Que te cuente como estoy y sepas lo que hay.

¿Cómo hacerte saber que siempre hay tiempo? Que uno solo tiene que buscarlo y dárselo... Que nadie establece normas, salvo la vida, que la vida sin ciertas "normas" pierde forma, que la forma no se pierde con "abrirnos", que abrirnos no es amar indiscriminadamente.  Que no está prohibido amar, que también se puede odiar. Que la agresión porque sí, hiere mucho y que las heridas se cierran. Que las puertas no deben cerrarse, la mayor puerta es el afecto. Los afectos, nos definen y definirse no es remar contra la corriente. Que no cuanto más fuerte se hace el trazo, más se dibuja. Negar palabras es abrir distancias y que encontrarse en muy hermoso. Que el sexo forma parte de lo hermoso de la vida, y la vida parte del sexo. Que el por qué de los niños tiene su porqué. Que querer saber de alguien no es solo curiosidad, pero querer saber todo de todos es curiosidad malsana. Que nunca está demás agradecer. Que la autodeterminación no es hacer las cosas solo, nadie quiere estar solo. Que para no estar solo hay que dar, y que para dar, debemos recibir antes, pero para que nos den también hay que saber pedir.  Que saber pedir no es regalarse y regalarse en definitiva no es quererse. Que para que nos quieran debemos demostrar qué somos y que para que alguien sea hay que ayudarlo. Que ayudar es poder alentar y apoyar, adular no es apoyar, adular es tan pernicioso como dar vuelta la cara. Que las cosas cara a cara son honestas y nadie es honesto porque no robe. Que cuando no hay placer en las cosas no se está viviendo y que para sentir la vida hay que olvidar de que existe la muerte. Se puede estar muerto en la vida. Se siente el cuerpo y la mente, con los oídos se escucha. Que cuesta ser sensible y no herirse. Que herirse no es desangrarse y para no ser heridos levantamos muros. Sería mejor construir puentes, sobre ellos se van a la otra orilla y nadie vuelve. Que volver no implica retroceder, retroceder también  puede ser avanzar. Que no por mucho avanzar se amanece más cerca del Sol.

Mario Benedetti.