Nunca te olvidé, ni un solo día.

Ha pasado mucho tiempo. Demasiado ¿no crees?
Sé que no te acuerdas de mi, que has pasado página, que desde ese día cambiaron muchas cosas, empezando por nosotros y acabando por todo lo que logramos ser. Pero te diré todo lo que no me dejaste decirte en el momento adecuado. Me hiciste sonreír todos los días que estuve a tu lado, me hiciste la persona mas feliz del mundo. Me prometiste un siempre contigo, me lo prometiste tú, y no yo. Yo no hago promesas que se que nunca voy a conseguir cumplir. Si elegiste a ella es por algo, tu no te enamoras de una chica cualquiera. Espero que te sepa apreciar, que cuide de ti, aunque se que no podrá quererte tanto como te he querido yo, pero ella podrá hacerte feliz, y eso es algo que no me dejaste hacer a mi.
Aún recuerdo todos y cada uno de los momentos a tu lado. Todas las sonrisas, las lágrimas, las despedidas, los encuentros a escondidas. Todas y cada una de aquellas sensaciones. ¿Las recuerdas? Tengo esperanza de que sí. Yo decía la primera tontería que se me pasaba por la cabeza, me mirabas con cara de extraño y me sonreías, con esa sonrisa tan perfecta que tienes. ¿Recuerdas esa sensación? Era mágica.
Solo me queda por decirte que aunque lo hayas olvidado y hayas pasado página, siempre quedarán esos recuerdos, esos momentos, esas noches en vela. Esas conversaciones a la una de la mañana que podía durar hasta las cuatro, o esas llamadas que no duraban ni un minuto solo para decir que estaba bien, que no te preocuparas. Porque nunca, nadie, entendió lo nuestro y lo que vivimos.