El tiempo no cura nada. El tiempo no es un doctor.

Y a decir verdad, tampoco entiendo nada del resto de cosas que solían formar parte de mi vida. No comprendo como puede parecer que ni te importa perder lo que tuvimos, no encuentro la razón para que yo mismo esté dispuesta a arrastrarme de esa manera. No veo nada que pueda sacar de esto, nada que me haga pensar: venga, vas a estar bien. Y si ni yo creo en mi misma, dime tú quien lo va ha hacer. Así va todo. ¿Qué esperabas? Solo fui fuerte a tu lado. Dios, ¿recuerdas esa sensación? Yo te decía algo, tu te reías e intentabas mirar a otro lado para ocultar esa sonrisa que se mantenía en tus labios... Esa sensación la noto a años luz de nosotros. Algunos la calificarían como una sonrisa tonta. Pero creo que de eso ya saber tu mucho al estar con ella. Aún así, quizás es el recuerdo el que me hace llorar. Vaya tontería, ¿verdad? Si a ti nunca te importó una mierda. Bueno, si a ti NUNCA te importé una mierda.